PRIMER MISTERIO:
LA ORACIÓN Y AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ.
(Leer 14, 32-43 ó Mateo 26, 36-49 ó Lucas 22, 39- 48)

Aunque Jesús era Hijo de Dios, sintió la necesidad de prepararse a la muerte mediante la oración. Es precisamente en la oración donde Jesús encuentra la fuerza para enfrentarse con valor a los sufrimientos. Es un ejemplo para nosotros. No podremos superar las distintas pruebas de la vida si no tenemos la costumbre de orar. En realidad la oración es la fuerza del cristiano.
¡Oh dolorosísima Madre de Jesús!, quien, despedido y apartado de tu compañía, oró con mortales agonías en el huerto, donde por un ángel fue confortado!, este Misterio te lo ofrecemos, para que por tu intercesión nuestro (a) hermano (a) N... y aquellos que están en el purgatorio, sean confortados por Jesucristo en sus penas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

SEGUNDO MISTERIO:
LA FLAGELACIÓN DE JESÚS ATADO A LA COLUMNA.
(Lee Marcos 15, 12-15 ó Mateo 27, 20-26)
En nuestra vida buscamos siempre las comodidades. Y, muchas veces, para conseguir más satisfacciones, nos olvidamos de la Ley de Dios. Jesús tuvo que pagar todos estos pecados mediante la flagelación, que transformó toda su espalda en una inmensa llaga.
¡Oh, María, mar de dolores!, este Misterio te lo ofrecemos en memoria del inmenso dolor que tuviste, viendo desnudo y azotado cruelmente al Hijo de tus entrañas; por Él te suplicamos que intercedas para que nuestro(a) hermano(a) N... y todos aquellos que se encuentran en el Purgatorio, sean liberados de sus sufrimientos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
TERCER MISTERIO:
LA CORONACIÓN DE ESPINAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

(Lee Marcos 15, 16-20 ó Mateo 27, 27-31)

El orgullo ha sido siempre la causa de muchos pecados. Para pagar nuestros pecados de orgullo, Jesús aceptó la humillación de ser coronado con espinas, como un rey de burlas. Si queremos vivir como verdaderos cristianos, tenemos que luchar en contra del orgullo y la soberbia. ¡Cuántos pleitos y cuántos rencores se pueden evitar mediante la humildad!¡Oh, María, rosa entre espinas!, este Misterio te lo ofrecemos en desagravio por el dolor que tuviste viendo a tu Hijo, afectado y coronado de 1espinas; te suplicamos que, por este dolor, nuestro (a) hermano (a) N… y los que se encuentran en el purgatorio, sean, por tu intercesión, libres de las penas que padecen y coronados en la Gloria. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CUARTO MISTERIO:
JESÚS CARGA CON LA CRUZ A CUESTAS HACIA EL MONTE CALVARIO.

(Lee Marcos 15,21-28 ó Lucas 23, 26-31 ó Juan 19,14-24.)

Por amor a nosotros Jesús cargó con la cruz y subió al Calvario. En lugar de juzgar y condenar a los demás, tenemos que hacer el esfuerzo por soportar sus defectos y ayudarlos a superarse. Sólo así imitaremos a Jesús.¡Oh, María, traspasada de dolor en la calle de la amargura, por encontrar en ella a tu inocente Hijo, sentenciado a muerte y agobiado con el grave peso de la cruz!, este Misterio te lo ofrecemos suplicándote que nuestro (a) hermano (a) N... y aquellos que están en el purgatorio, por tus ruegos ante Jesucristo, sean libres de la cruz de penas que padecen. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
QUINTO MISTERIO:
LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

(Lee Marcos 15, 29-39 ó Juan 19,25.37))

“No existe amor más grande que éste: dar la vida por los amigos” (Juan 15, 13-15), había dicho Jesús. Y lo prueba sufriendo y muriendo por nosotros en la cruz. Jesús nos dejó la prueba más grande de su amor. Ahora depende de nosotros saber aprovechar este amor, renunciando a nuestra vida de pecado y tratando de empezar una nueva vida.¡Oh desconsolada Reina, afligida Madre, desamparada Virgen!, este Misterio te lo ofrecemos para que intercedas ante tu Hijo, que nos redimió con su muerte, a fin de que nuestro (a) hermano (a) N... y todos aquellos que están purificándose en el purgatorio se vean aliviados por Su sangre. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

0 comentarios :