Historia de la Devoción a la Divina Misericordia
Santa Faustina y la Revolución de la Misericordia: Un Legado para la Humanidad
En un siglo marcado por guerras, ideologías extremas y pérdida de sentido espiritual, una humilde religiosa polaca se convirtió en la mensajera de un amor que no conoce límites: la Divina Misericordia. Santa Faustina Kowalska no solo vivió una vida de oración y sacrificio, sino que fue elegida por Jesús para ser la voz de su misericordia para el mundo entero.
👣 Una vida sencilla con una misión extraordinaria
Nacida en 1905 en Głogowiec, Polonia, Helena Kowalska —más tarde conocida como Sor Faustina— ingresó a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia en 1925. Allí, en la aparente rutina del convento, comenzó a experimentar visiones místicas de Jesús, quien le confió un mensaje urgente: anunciar al mundo su infinita misericordia.
📖 El Diario: testimonio de una revolución espiritual
Su diario espiritual, La Misericordia Divina en mi alma, es una obra monumental que recoge sus experiencias místicas, oraciones y enseñanzas recibidas directamente de Jesús. En él, se encuentran revelaciones como:
- La instauración de la Fiesta de la Divina Misericordia, celebrada el primer domingo después de Pascua.
- La creación de la imagen de Jesús Misericordioso, con los rayos rojo y blanco que brotan de su corazón.
- La importancia de la Hora de la Misericordia (3:00 p.m.) y la Coronilla de la Misericordia como medios de gracia.
🌍 Un legado que trasciende el tiempo
El mensaje de Santa Faustina ha impactado profundamente la espiritualidad contemporánea. San Juan Pablo II, gran devoto de la Divina Misericordia, canonizó a Faustina en el año 2000 y declaró oficialmente la Fiesta de la Misericordia para toda la Iglesia. Hoy, millones de personas en todo el mundo rezan la Coronilla, veneran la imagen y encuentran consuelo en las palabras: “Jesús, en Ti confío.”
El mensaje de Santa Faustina ha impactado profundamente la espiritualidad contemporánea. San Juan Pablo II, gran devoto de la Divina Misericordia, canonizó a Faustina en el año 2000 y declaró oficialmente la Fiesta de la Misericordia para toda la Iglesia. Hoy, millones de personas en todo el mundo rezan la Coronilla, veneran la imagen y encuentran consuelo en las palabras: “Jesús, en Ti confío.”

💡 Reflexión final
Santa Faustina no fue una teóloga ni una figura pública. Fue una mujer sencilla, obediente y profundamente unida a Dios. Su vida nos recuerda que la verdadera revolución espiritual comienza en el corazón, y que la misericordia no es una idea abstracta, sino una fuerza viva que transforma.
“La humanidad no encontrará paz hasta que se dirija con confianza a Mi misericordia.” — Jesús a Santa Faustina.
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