“Yo escucho y leo la Biblia”
1.- ¿Que es la Biblia?
La
Biblia es el conjunto de libros que contienen la Verdad de Dios sobre
Si mismo, sobre el ser humano y sobre la creación. Ahí se nos narra cómo
Dios se nos ha dado a conocer y su proyecto de Redención, tanto para la
humanidad como para la creación. El mensaje contenido en la Biblia
tiene por autor a Dios, y el ser humano es el autor material, en cuanto
que es quien puso por escrito la Revelación de Dios, bajo la guía del
Espíritu Santo.
2.- ¿Todos podemos leer la Biblia?
¡¡¡Claro que sí!!! Y no sólo podemos, sino que es necesario leerla y entenderla como nos enseña la Iglesia Catolica .
3.- ¿Hay algunas normas para leer adecuadamente la Biblia?
Sobre
todo ha de leerse de manera personal y escucharse en comunidad. El
contenido de la Biblia no es propiedad de nadie en particular, por eso
ha de evitarse una interpretación individualista; pues aunque la Biblia
tiene un mensaje personal, es en la vida de la Comunidad- Iglesia donde
se capta mejor el mensaje de salvación que después se habrá de vivir
también de manera personal. Es en la relación, tanto personal como desde
la Comunidad, desde donde se discierne de forma más sana y provechosa
el mensaje bíblico.
4.- ¿Es necesario tomar algún Curso bíblico?
Es
muy conveniente llevar al menos un Curso introductorio para empezar a
leer la Biblia, donde podamos entrar en contacto con el orden de los
Libros, su contexto histórico, las costumbres, los distintos estilos
literarios y los personajes protagonistas en cada una de las Etapas de
la Revelación. Dios se nos ha venido dando a conocer de manera
pedagógica y tomando en cuenta las distintas etapas de la humanidad.
Esta Revelación, comenzando con la Creación, nos pone luego en contacto
con los Patriarcas, continúa con la larga historia de la Alianza de Dios
con la Humanidad por medio del Pueblo de Israel, llega a su Plenitud en
la Persona de Jesucristo, continuando con la vida de la Iglesia, la
cual tendrá su culmen con la Visión de la Iglesia que ya desde este
mundo habrá de hacer patente la Gloria de la Redención Universal, la
cual ya se puede desde ahora, “vivir en la Esperanza”.
Es,
pues, muy conveniente tener esta visión global de la Revelación para
entender la Centralidad de Jesucristo, plenitud de la Revelación de
Dios.
5.- ¿Con que Espíritu hemos de acercarnos a la lectura personal y escucha comunitaria de la palabra de Dios?
La
Biblia contiene la Palabra de Dios que se nos da como Alimento, al
igual que la Eucaristía. Es muy recomendable rezar de manera personal el
Credo, y proclamarlo en Comunidad, cuando se va a entrar en contacto
con la Palabra de Dios. La Fe nos pone ya en disposición para el
encuentro con la Sagrada Escritura.
El
Mensaje de la Sagrada Escritura nos abre a una cada vez más plena y
autentica vida en Cristo y con la Iglesia. Cuando rezamos o profesamos
el Credo hemos puesto nuestra confianza en Dios, de tal manera que
podemos estar seguros de que Él, por medio de la Sagrada Escritura, nos
abrirá nuevas posibilidades para crecer en su Conocimiento y en su Amor.
Para
poner en práctica el Mensaje que nos comunica la Sagrada Escritura, es
necesaria la Generosidad de nuestro corazón. Si Dios se nos ha mostrado
generoso en su Mensaje, también nosotros estamos llamados a responder
con este mismo espíritu, de tal manera que lleguemos un día a decir como
San Pablo: “…ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi” (Gálatas
2,20) Ya no vivo según mis criterios ni según los criterios mundanos,
Cristo ha transformado mi mente y mi corazón, ahora pienso y siento
según Cristo.
6.- ¿Por dónde empezar a leer la Sagrada Escritura?
Toda
la Sagrada Escritura es Sagrada, y en toda Ella encontramos la Palabra
de Dios como alimento para el pensamiento y el corazón. Casi todas las
ediciones de la Biblia traen alguna introducción, ya para cada libro o
para cada conjunto de libros. Desde aquí puede comenzarse a leer por
donde cada quien lo desee, dependiendo del interés de cada quien.
A) Para una lectura con un interés sobre todo de alimento espiritual, recomiendo seguir el orden de la liturgia diaria.
Para
esto se puede tener el Misal mensual a la mano y entrar en contacto y
reflexión desde las lecturas que se nos ofrecen para cada día.
Ayuda
mucho la reflexión que los mismos misales nos presentan sobre los
textos. En internet se encuentran también algunas reflexiones, las
cuales siempre serán de gran ayuda.
También se puede empezar por alguno de los Evangelios y leer diariamente algún capitulo,
dándole siempre un momento a la reflexión-meditación.
La meditación
se puede hacer desde la relación que los distintos personajes tienen
con Jesús y cómo Jesús se relaciona con os personajes y los
acontecimientos.
A partir de lo que ahí se nos narra, hemos de hacer alguna aplicación a nuestra situación personal, familiar o comunitaria.
Si
nuestro interés va sobre la vida de la Iglesia, tomamos el libro de los
Hechos de los Apóstoles, continuando con las Cartas de los Apóstoles y
culminando con el libro del Apocalipsis. Para la lectura del Apocalipsis
es muy recomendable leer antes algún libro sobre éste, para entrar en
contacto con el significado de la simbología con la que el autor nos
narra sus visiones.
Los salmos son una fuente siempre rica de espiritualidad, son de gran ayuda para la oración, ya personal, ya comunitaria.
B) Para una lectura animada por un interés más bien de cultura religiosa,
el cual casi siempre termina convirtiéndose también en un aumento de interés espiritual, se puede empezar por el principio:
El
libro del Génesis, el primer libro de la Biblia. Empezar por el libro
de Génesis nos llevará, necesariamente a leer todo el Antiguo
Testamento,
la cual la lectura se hace una experiencia apasionante.
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