LECTURAS DEL DIA MARTES 5 DE AGOSTO DEL 2025
PRIMERA LECTURA
En aquellos días, María y Aarón hablaron contra Moisés, a causa de la mujer cusita que había tomado por esposa. Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solo a través de Moisés ? ¿No ha hablado también a través de nosotros?». El Señor lo oyó. Moisés era un hombre muy humilde, más que nadie sobre la faz de la tierra. De repente el Señor habló a Moisés, Aarón y María: «Salid los tres hacia la Tienda del Encuentro». Y los tres salieron. El Señor bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la Tienda, y llamó a Aarón y a María. Ellos se adelantaron, y el Señor les habló: «Escuchad mis palabras: si hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños; no así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos. A él le hablo cara a cara; abiertamente y no por enigmas; y contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?». La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó. Al apartarse la nube de la Tienda, María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa. Entonces Aarón dijo a Moisés: «Perdón, señor; no nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente. No dejes a María como un aborto que sale del vientre con la mitad de la carne consumida». Moisés suplicó al Señor: «Por favor, cúralo».
Salmo 50, 3‑4. 5‑6. 12‑13 – R/. Misericordia, Señor: hemos pecado
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad en tu presencia. R/.
En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. R/.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.
Evangelio – Mateo 14, 22‑36
Palabra del señor;
Te alabamos señor Jesus
Reflexión:
Que la Palabra de hoy nos enseñe que incluso en medio del temor y las tempestades, Jesús camina sobre el agua hacia nosotros y nos ofrece su mano para sostenernos; que aprendamos a invocar su presencia con fe activa y a seguirle con valentía aun cuando el viento sople fuerte, sabiendo que su compañía convierte nuestra fragilidad en motivo de confianza, y nos transforma en testigos de su poder y misericordia antes incluso de nuestras obras.
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